Tembloroso, medio ido y aturdido me enseñó las fotos. Era la tercera vez que veía el cadáver de un chaval.
– Mi sobrino no murió de sobredosis, mira los arañazos, la mandíbula, los ojos morados… a mi sobrino se lo han cargado de una paliza los vigilantes de seguridad.
Ramón Barrios murió en el centro de menores “Teresa de Calcuta”, pobre Teresa si supiera a que Institución le han puesto su nombre. Por favor, el día que yo muera que mi nombre “Julio Rubio” no sea puesto a ningún colegio, ni centro, ni lugar… («Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan» como diría Borges).
Meses más tarde me encontré en un acto benéfico a una educadora del “Teresa de Calcuta”, le dije que había visto las fotos de Ramón Barrios, y que no me creía que hubiese sido una parada cardiorrespiratoria sin más. Se quedó sorprendidisima, ni si quiera sabía que existían esas fotos que tomó el tío en el tanatorio, deprisa y corriendo con el móvil antes que incinerasen el cadáver, como le dijo que hiciese el defensor del pueblo por teléfono ¡para tener alguna prueba! En esta continua ocultación de pruebas que hacen los centros de menores tan productivamente (y herméticamente) gestionados por empresas privadas.
La educadora me dijo; – a lo mejor a los muertos se les ponen los ojos morados –
No supe que responder. Todo aquello me impactaba mucho, porque ya no estábamos hablando de teorías psicológicas, “russonianas” o “maquiavélicas”, sino de asesinato.
La educadora me confesó que les habían dado un curso de cómo contener a un chaval, ponerle las esposas y reducirle, -¡claro, es que estamos sometidos a mucho peligro!- me dijo.
Pero fijaros en la filosofía de casi todos los centros de menores, si hay una sitiación «peligrosa» se recurre a la «contención» inmediatamente, y no solo contienen los vigilantes de seguridad, sino que en un momento dado, en «extrema peligrosidad» ¡los educadores sociales, los psicólogos…! Y me acordé de aquello que nos decía Enrique (Martínez Reguera);
– ¿Tenemos miedo porque la situación es peligrosa? O ¿La situación es peligrosa porque tenemos miedo?
Y siempre contaba aquella anécdota de dos chavales que vivían en su casa, un día oyó gritos que venían de la cocina, uno de sus chavales estaba intentando acuchillar al otro. Enrique no lo dudó ¡se puso de parte del agresor! Y dijo;
– ¡Pero que te habrán hecho a ti para que hayas tenido que llegar a esto! Con lo buen chaval que tu eres
El chico dejó el cuchillo y comenzó a llorar como un niño. Y era cierto, había aguantado mucho y había estallado.
Pero… ¿Que hubiese pasado si Enrique hubiese aplicado las medidas de contención contra el chaval que tenía el cuchillo? ¿Si hubiese llamado a la policía? ¿Si hubiese gritado pidiendo auxilio? Creo que hubiese provocado el efecto contrario; más miedo = más peligro.
http://www.youtube.com/watch?v=h4Ll46-IMhk
Abrazos
Julio
Read Full Post »